jueves, 27 de septiembre de 2012

Fin de Análisis y pase





FIN DE ANALISIS, PASE Y POSICIÓN SUBJETIVA
                                        “¿Acaso nuestra teoría no reclama para sí el título de
             producir un estado que nunca preexistió
de manera espontánea
en el interior del yo, y cuya neo-creación
 constituye la diferencia esencial
entre el hombre analizado y el no analizado?
Sigmund Freud. Análisis finito e infinito.


Lo que voy a citar a continuación es un fragmento de la conferencia sobre “Lo Simbólico, lo Imaginario y lo Real, dictada por el Dr. Jacques Lacan, en julio de 1953, en oportunidad de la fundación de la “Sociedad Francesa de Psicoanálisis”. Sociedad científica constituida por el grupo disidente que se separa de la tutela de la “Sociedad Psicoanalítica de París”, adscripta esta última a la Asociación Internacional de Psicoanálisis. El grupo disidente estaba formado por: Daniel Lagache, J. Lacan, F. Dolto, J. Favez-Boutonier y B. Reverchon-Jouve.
“Cuando expresamos al término de nuestra selección, todos los criterios que se invocan (¿es necesaria la neurosis para hacer un buen analista? ¿un poquito?¿mucho? ¿seguramente no, en absoluto? Pero al fin de cuentas ¿es eso lo que nos guía en un juicio que ningún texto puede definir, y que nos hace apreciar las cualidades personales de esta realidad?) podrían reducirse a esto: ¿ qué significa que un sujeto tenga pasta o no tenga pasta, que sea, como dicen los chinos (she-un-ta) o un hombre de gran talla, o (sha-o-yen) o un hombre de pequeña talla?. Es algo –es necesario decirlo- constituye lo límites de nuestra experiencia. Es en este sentido que se puede decir para plantear la cuestión de saber qué entra en juego en el análisis: ¿de qué se trata? Acaso de ese rapport real del sujeto –a saber, según un cierto modo y según nuestras medidas de reconocimiento-. ¿Es sobre eso que debemos trabajar en el análisis? Ciertamente no. Se trata de otra cosa. Y he aquí la pregunta que nos planteamos sin cesar y que se plantean todos los que intentan formular una teoría de la experiencia analítica.
¿Qué es esa experiencia singular entre todas, que va aportar transformaciones tan profundas a los sujetos. Y qué son tales transformaciones. Y cuál es su resorte ?”.



Esta cita permite introducir una temática problemática que es la del fin de análisis por un lado y la del pase por otro. Problemática porque no hay una manera estandarizada de finalizar un análisis, y sí diferentes versiones, ya de Freud, ya de Lacan, al respecto.
Respecto al pase porque plantea cuestiones tanto teóricas, como prácticas, e institucionales y, por ende, políticas.
La cita introductoria nos informa que Lacan desde muy temprano estaba interesado en saber  ¿qué es el psicoanálisis? y ¿qué es un analista? Esta pregunta la sostendrá hasta el final de sus días. Respecto al fin de análisis aportará varias y diferentes respuestas, algunas incluso aparentemente contradictorias.
Por ejemplo en Función y campo de la palabra del lenguaje en psicoanálisis, dice:
“...que la cuestión de la terminación del análisis es la del momento en que la satisfacción del sujeto encuentra cómo realizarse en la satisfacción de cada uno, es decir, de todos aquellos con los que se asocia en la realización de una obra humana. Entre todas las que se proponen en el siglo, la obra del psicoanalista es tal vez la más alta porque opera en él como mediadora entre el hombre de la preocupación y el sujeto del saber absoluto.” “El final del didáctico mismo no es separable de la entrada del sujeto en su práctica”.



En este texto el fin de análisis esta en función de un sujeto pensado como intersubjetividad.
En la Dirección de la cura...dice:
“La función de este significante (falo) como tal en la búsqueda del deseo es ciertamente, como Freud lo observó, la clave de lo que hay que saber para terminar los análisis: y ningún artificio lo sustituirá para obtener este fin”.
 Queda claro aquí que el fin de análisis está en función del significante falo.
Menciono sólo algunos otros escritos: “...informe de Daniel Lagache...”, “Subversión del sujeto”, “La proposición...”, y “L’ etourdit”.
Entre los seminarios me detendré en el de acto, el XV. Seminario en el que la versión castellana es poco fiable. Tanto por su traducción así como por el establecimiento del texto.
Doy un solo ejemplo: En la página 96, correspondiente a la clase VIII de 7/2/68 dice: “¿Qué quiere decir, para tomar las cosas como alguien como Piercé y Charles Sanders...?”
Acaso el traductor...., o quien establació el texto ¿no se dio cuenta que después Lacan desarrolla el cuadrilatero de Peirce?
Acaso ¿habría que agregarle que Charles Sanders Peirce fue el fundador de la semiótica, que el concepto de signo desarrollado por él esta más cercano al significante de Lacan que el signo de Saussure? Seguramente diría con un gesto de horror frente a la herejía, pero ¿de qué está usted hablando?
Dejemos a este supuesto dogmático lacaniano y pasemos nuevamente al tema que nos convoca. 
En el seminario del acto analítico Lacan plantea la pregunta:
¿Qué es ese sujeto antes y después de ese salto presuntamente realizado?
Salto de analizante a analista. 
Este salto que se produce después del fin de análisis-entendido como atravesamiento del fantasma, identificación al síntoma y saber hacer con el“sinthoma”- y ese pase producen algo nuevo, una nueva posición subjetiva llamada: analista.
Considero en este sentido que Lacan radicaliza las posiciones freudianas. En Freud hay algo absolutamente nuevo que aporta el psicoanálisis y es la función del psicoanalista.
En lo que respecta al fin de análisis en Freud hay, en términos generales, un callejón sin salida, una impasse.  Pero cuando hablamos de esto no debemos olvidar que Freud se refiere a la posición subjetiva frente a la castración, es más, al final del texto dice que la elección de la posición frente a la castración está en el sujeto, la cita :
“Nos consolamos con la seguridad de haber ofrecido al analizado toda la incitación posible para reexaminar y variar su actitud frente a él”.
 En Lacan encontramos el pase como la condición para una nueva posición subjetiva: la llamada analista.
 Considero que esta es la gran tesis de Lacan respecto del pase. 
Entonces el hay fin de análisis,  por atravesamiento del fantasma y por identificación al síntoma, y un saber hacer con el “sinthoma”, es la condición para el salto a la posición subjetiva de analista.
Esto implica una transformación a verificar en la experiencia y que engendra un deseo nuevo llamado deseo de saber. Esto significa una modificación en relación al neurótico.
La posición del neurótico es un “yo no sabia”,  y también “no quiere saber (en el sentido de la represión) nada...de su goce” .
Entiendo que el deseo de saber, y el saber que se adquiere después del pase es un saber en este sentido.
Una experiencia respecto de los límites del saber, un respeto por lo no sabido, una elaboración, durcharbeitung dice Freud, del saber.                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                            Podríamos decir un sujeto libre de las presiones del Otro.  Entonces el pase separa del Otro, al menos por un tiempo. Implica la posibilidad de testimoniar respecto a la trayectoria  que llevó al cambio y también a hacer aparecer el mecanismo del cambio. En términos de Freud hacer la experiencia de la existencia de lo inconciente, a través de la emergencia de lo reprimido.
En términos de Lacan que el inconciente diga porqué.
Por último quiero mencionar el duelo del pase.
Es un duelo programado desde el dispositivo analítico, desde la dirección de la cura, que lleva al sujeto a descubrir el universal de la castración. 
Desde ya aclaro que esto no significa que el sujeto llegue a un punto donde devendría incurable, es decir alguien que ya no necesite pasar por otro análisis.
No se trata de un alta, como los que otorgaba en una época la APA, que eran, algo así, como certificados de Salud Mental.
De ninguna manera, pues este salto a lo nuevo le permite al sujeto tener algunas claves, algunas llaves de su división, pero de ninguna manera funciona como una vacuna o como una profilaxis, y esto ya lo ha planteado Freud en el texto mencionado en el epígrafe.                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                        Por último este sujeto es una dificultad para el grupo, las características mencionadas hacen que este sujeto no contribuye a generar un efecto de “engrudo”, una tendencia a construir espíritu de cuerpo.
Esto genera preguntas respecto al aspecto institucional del pase y a las instituciones psicoanalíticas. No voy a desarrollar este punto sino que lo menciono como uno posible para ser discutido, sin embargo me gustaría recordar lo que dice Lacan en la disolución (18/3/80): "que cada uno ponga lo suyo. Vamos reúnanse,  encólen­se juntos el tiempo que haga falta para hacer algo, y luego disuélvanse para hacer otra cosa".                                         


 Claudio R. Boyé
                                                                                                                                                                            

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